Simbología faraónica encriptada en las recetas médicas
Dra. Sonia Lesyk (Jefa de Diagnóstico por Imágenes, Sanatorio Trinidad Palermo, Doc. Adsc. de Historia de la Medicina. Facultad de Medicina, USAL., Doc. Adsc. de Diagnostico por Imágenes. Facultad de Medicina, UBA.)
Lic. Amalia Frontini (Lic. en Museología. Prof. Tit. de Historia de la Medicina (USAL y UCA), Traductora de jeroglíficos egipcios., Miembro de la Fondation Egyptologique Reine Elizabeth)
La definición del término “receta médica” refiere al documento legal mediante el cual un profesional del área de la medicina, tanto humana como animal, le indica a quien expende medicamentos, que le entregue al portador de la receta un determinado medicamento.
En nuestro país, una receta médica contiene entre otras cosas los siguientes datos:
– Nombre de una clínica; nombre y especialidad de un profesional.
– Datos del paciente.
– Un renglón único que dice textualmente: Rp/
– La prescripción médica
– Fecha, firma y sello del profesional
Lo curioso es que ni profesionales ni pacientes, suelen saber qué significa: Rp/. Unos dirán que es la abreviatura del latín “Récipe”, otros que son las iniciales de “Receta Prescripta” y algunos agregarán que en la Edad Media se obligaba a poner en las recetas las iniciales de “Responsum Raphaelis” y que es un derivado de ello.
Todas las respuestas podrían ser válidas, pero las autoras de esta nota, apoyan la teoría que dice que en los papiros médicos egipcios, se encontraría la semilla germinal del uso del Rp/.
EL OJO DE HORUS Y LA MEDICINA
Horus fue un dios egipcio blasonado con distintas iconografías, de las cuales las más conocidas son: un simple halcón (Figura 1), un cuerpo humano con cabeza de halcón (Figura 2) y un bebé amantado por su madre Isis (Figura 3).

Figura 1 – Templo de “Edfú”, al sur de Egipto. Escultura del dios Horus que porta sobre su cabeza las coronas del Alto y bajo Egipto. Horus bajo su forma de ave representaba al propio faraón, como hijo directo de los dioses en la tierra.

Figura 2 – Horus antropomórfico. Cuerpo de hombre y cabeza de halcón. Tumba de la reina Nefertary, Valle de las Reinas, Egipto.

Figura 3 – La diosa Isis amamanta a Horus, hijo concebido junto a Osiris. Museo Real de Mariemont, Bélgica.
Horus fue conocido como un dios, pero además, sus propios ojos alcanzaron un valor en sí mismos, ya sea ambos o cada uno de ellos por separado (Figura 4).

Figura 4 – El ojo derecho de Horus representaba al sol y el ojo izquierdo a la luna. Pintura egipcia sobre tabla de madera con dos ojos de Horus frontales (Museo del Louvre de París)
El máximo exponente del uso de los Ojos de Horus se muestra en los papiros médicos al comienzo de cada receta.
El lego, cree que el Ojo de Horus conlleva el valor de proteger mágicamente cada prescripción médica, pero en verdad, el Ojo de Horus en las recetas era un ícono para indicar las pociones fraccionadas de cada ingrediente de un medicamento. Cada ojo por separado, contenía seis dibujos jeroglíficos que representaban las siguientes fracciones: ½; ¼ ; 1/8; 1/16; 1/32 y 1/64 de un todo (Figura 5). La suma de esas fracciones daba como resultado 63/64 partes de un entero, y los egipcios decían que la fracción 1/64 que falta para completar el número “1” o el todo, la suministraba el propio Horus (Figuras 6).

Figura 5 – Fracciones para uso médico. Los jeroglíficos egipcios podían ser leídos de derecha a izquierda como lo hacemos nosotros en lengua castellana o, de izquierda a derecha como en la lengua hebrea.

Figura 6 – Representación fraccionaria del número “1” usado en las recetas de los pairos médicos
Los papiros médicos, al comienzo de cada receta mostraban un Ojo de Horus. Renglón seguido, dibujaban las partes del ojo que indicaban el porcentaje de cada ingrediente de la receta. Por ejemplo:
Ojo de Horus
½ medida de semillas de lino machacadas
1/8 de medida de miel
1/32 de medida de agua del Nilo
Era como preparar un postre en el que el Ojo de Horus representaría la torta completa:
Receta
Una taza de harina
Media taza de azúcar
Un cuarto de taza de leche
POSIBLE ORIGEN DEL Rp/
En el año 332 a.C. Egipto fue invadido por los griegos quienes, entre otras cosas, crearon la famosa Escuela de Alejandría, primer museo y centro de enseñanza que la humanidad conoció. Esa Escuela de protociencias fue puesta en valor a través de la famosa Biblioteca de Alejandría, que recopilaba todas las disciplinas de la época y entre ellas, las artes médicas (Figuras 7a y 7b).

Figura 7a – Representación imaginaria de la Antigua Biblioteca de Alejandría

Figura 7b – La actual Biblioteca de Alejandría al norte de Egipto, posee la recopilación tecnológica de todo lo publicado hasta hoy. Es la más actualizada y moderna del mundo.
Algunos papiros médicos emblemáticos llegaron hasta nosotros con los nombres de Papiro de Berlín, Papiro de Brooklyn, Papiro de Carlsberg, Papiro de Ebers, Papiro de Kahun y el famoso Papiro de Chester Beatty, entre otros.
En la Escuela de Alejandría, los estudiantes de medicina eran de origen universal. Provenientes desde Alepo, Creta, Pérgamo, Tiro, Sidón y/o Damasco, los médicos copiaron en sus recetas el ícono del Ojo de Horus, pero éste fue perdiendo su valor originario. Más tarde y durante la Edad Media, por imitación o simpatía, el Ojo de Horus en las recetas se metamorfoseó, hasta convertirse por similitud en nuestro conocido Rp/.
ORIGEN DEL OJO DE HORUS
El Ojo de Horus fue protagonista de innumerables relatos religiosos, pero el más emblemático para nuestro caso, es el que lo remite a la creación del mundo.
Al igual de lo que se narra en el Génesis de la religión judeocristiana, primigeniamente el mundo era un caos donde todo estaba mezclado. El mundo era infinito, oscuro, amorfo y oculto. De repente un sonido atravesó el caos y lo infinito se acotó, lo oscuro se iluminó, lo amorfo tomó forma y lo oculto se manifestó.
Y apareció en estado virtual, “El”, quien separó las aguas de la tierra y comenzó la creación parado sobre un túmulo de roca.
El demiurgo creador le pide a uno de sus ojos que sobrevuele la Creación, y corrobore si todo estaba en orden (cosmos). El Ojo tomó vida propia y miró desde arriba al mundo, pero cuando regresó con su informe, el creador ya se había creado un nuevo ojo.
A partir de allí, el llamado Ojo de Horus, tuvo vida propia y fue quien todo lo sabía porque todo lo veía (Figura 8).

Figura 8 – Pectoral con el Ojo de Horus perteneciente al “Tesoro de rey Tutankhamon”. Museo Arqueológico de El Cairo”.
UN OJO CON UNA ICONOGRAFÍA MUY VANGUARDISTA
Todos nos preguntamos cómo en el año 2.800 a.C. se pudo haber creado una imagen con líneas tan modernistas, como las que muestra el Ojo de Horus.
Un ojo del que surge una cola elegante, que porta por debajo una agarradera para poder sostenerlo y además una pupila con una mirada de párpados entornados (Figura 9).

Figura 9 – Brazalete con el Ojo de Horus perteneciente al “Tesoro de rey Tutankhamon”. Museo Arqueológico de El Cairo”.
Esa respuesta es dada por la propia naturaleza, debido a que el plumaje color miel de estos halcones, cambia de pigmento alrededor de los ojos con la forma con que conocemos al Ojo de Horus, que no es otra cosa que la réplica exacta de las plumas más oscuras que enmarcan los ojos de estos halcones (Figuras 10a y 10b).

Figura 10a – La cara del dios Horus, era una réplica de la cara de los halcones egipcios. Se observa la diferenciación del color de las plumas que enmarcaban los ojos.

Figura 10b – La cara del dios Horus, era una réplica de la cara de los halcones egipcios. Se observa la diferenciación del color de las plumas que enmarcaban los ojos.
EL OJO DE HORUS Y UNA CURIOSIDAD OCULTA EN EL CEREBRO
Muchas veces en nuestra etapa de niños y acostados en el suelo, hemos mirado al cielo buscado figuras entre las nubes. Nuestra imaginación fue capaz de visualizar ángeles, gatos, corderos, elefantes, flores, castillos y miles de formas más.
Ese juego de la niñez se hizo extensivo a los médicos especialistas en diagnóstico por imágenes, quienes solemos advertir, entre los tonos de grises, dibujos o similitudes que se asemejan a las imágenes habituales que obtenemos por los diversos métodos diagnósticos (“Imaginarte”) . Por ello los invitamos a observar el famoso Ojo de Horus, inserto en el corte sagital encefálico, como se muestra en las Figuras 11a y 11b.

Figura 11a- RMN encefálica secuencia T1 plano sagital Coincide con la glándula pineal (conocida como tercer ojo), cuerpo calloso y el diencéfalo . Misma imagen con detalle de representación de Ojo de Horus.

Figura 11b- RMN encefálica secuencia T1 plano sagital Coincide con la glándula pineal (conocida como tercer ojo), cuerpo calloso y el diencéfalo . Misma imagen con detalle de representación de Ojo de Horus.
EL OJO DE HORUS, HOY
El Ojo de Horus fue creado como jeroglífico para ser usado exclusivamente en las recetas médicas, ya que los cálculos matemáticos, con fracciones o no, se realizaban con un sistema decimal distinto (Figura 12).

Figura 12 – Los egipcios tenían un sistema numérico decimal basado en estos jeroglíficos.
El Ojo de Horus posee una iconografía bella, exótica y particular y es uno de los motivos más usados en el mundo del tatuaje (Figuras 13a y 13b).

Figura 13a – Tatuajes con el Ojo de Horus, tomados desde la web

Figura 13b – Tatuajes con el Ojo de Horus, tomados desde la web
Su atracción es tal, que su universo abarca desde la protección personal individual, como la del uso de alhajas con su forma, hasta costosísimos diseños arquitectónicos (Figura 14).

Figura 14 – Exótica casa ecológica creada a pedido de la famosa cantante Naomí Campbell
BIBLIOGRAFIA
- Cuenca E., Barba R. – “ La Medicina en el Antiguo Egipto” – Barcelona – Aldebarán 2004
- Goyon J.C., Josset P. – “Un Corps Pour L’Éternité” – Le Léopard D’or – París – 1987
- Jonckheere, F., “Le Papyrus Médical Chester Beatyy” – Fondation Égyptologique Reine Élizabeth – Bruselas – 1960
- Goyon J.C., Josset P. – “Un Corps Pour L’Éternité” – Le Léopard D’or París – 1987
- Müller M.; “Mitología Egipcia” – Edicomunicación S.A. – Madrid – 1990
- Nunn J.F., “Ancient Egyptian Medicine” – British Museum Press – Londres – 1996